El icono de la música en los 80

Las cintas de cassette fueron un medio de audio popular durante los años 80 y 90. Eran pequeñas, portátiles y fáciles de usar, lo que las convirtió en la opción más accesible para escuchar música y crear nuestras propias grabaciones. Funcionaban mediante la grabación / arrastre de una cinta magnética, contenida de forma enrollada en una carcasa de plástico y podía reproducirse en un reproductor de cassette, los cuales eran muy comunes en los hogares, en «equipos de música», radiocassetres y autorradios. Grabábamos música de la radio. Cruzábamos los dedos para que el locutor no hablase encima de nuestra canción favorita. Y si no nos quedaba ninguna cinta virgen para grabar, podíamos utilizar cualquier otra cinta pregrabada «hackeando» su «protección» contra el borrado:

Las cintas tenían una serie de ventajas sobre otros medios de audio, como los discos de vinilo y los discos compactos. Eran más portátiles que los discos de vinilo y no eran tan frágiles ni tan caros como los CD y sus recién aparecidos reproductores de rayo laser.

Sin embargo, las cintas de cassette también tenían algunas desventajas. La calidad del sonido no era tan buena como la de los discos de vinilo o los CD. Sobre todo si la grabación no se llevaba a cabo en una buena pletina o en cintas de «cromo» o de «metal», mucho más caras. Además, podían dañarse si se doblaban o se deformaban por el calor, o si se quedaban enganchadas en los mecanismos del reproductor debido a una avería:

A pesar de sus desventajas, las cintas de cassette fueron un medio de audio popular durante muchos años. Fueron una parte importante de la cultura pop de los años 80 y 90 y ayudaron a popularizar la música de muchos artistas.

Hoy en día, las cintas de cassette son un artículo de colección popular. Algunos coleccionistas las guardan con nostalgia, mientras que otros las coleccionan por su peculiar calidad de sonido, ya que algunas personas prefieren su sonido analógico al sonido digital de los discos compactos y los archivos de música digital demasiado «comprimidos».